Es época de hacer maletas, prepararnos para la aventura, organizar viajes. Hay vacaciones de todo tipo y para todos los gustos.
Por un parte las vacaciones en la costa con toda la familia, las toallas, sombrillas, bañadores y crema solar, el cubo y el rastrillo. Las partidas de cartas cubiertos de arena. El sol y el chiringuito, las largas siestas y los paseos al atardecer.
Otra versión son las vacaciones en el pueblo, con los abuelos, aguantando el sol y el calor en la piscina con los "amigos del pueblo". Buenas siestas y mejor comer. El abuelo se va a jugar la partida después de comer y siempre cae una partida familiar después de cenar. Las primeras partidas de los peques a quienes los abuelos enseñan con maestría los juegos clásicos de toda la vida, el tute, la brisca….
Otros prefieren el turismo aventura, largos trekking, mochila al hombro, cantimploras y tras un día agotador, un partida relajante. Lo mismo pasa con los mochileros urbanos que se van de interrail por países europeos, viajes iniciáticos a la aventura, con las largas esperas en estaciones y noches en incómodas posturas. En esas esperas, siempre cae una partidita.
Y por fin, están esos viajes en comodidad donde pagas para que te lo hagan todo en hoteles confortables y con todos los servicios. Lo que buscas es tranquilidad y no hacer nada, descansar con un buen libro, un buen café y buenas conversaciones. Pero en esos lugares siempre hay un momento para un campeonato de mus, de poker o de bridge improvisado entre personas que, por mucho que quieran descansar, siempre tienen que hacer algo.
Para todas esas vacaciones, siempre hay un momento Fournier. Así que no te olvides la baraja al preparar tu maleta.