Los juegos de mesa en la sociedad
Los juegos de mesa presentan grandes beneficios para todo el conjunto de la sociedad. La variedad de este tipo de juegos es muy amplia y por tanto, pueden abarcar rangos de edades diferentes. Y del mismo modo potenciar distintas capacidades en función de la dinámica del juego y del individuo que lo esté practicando.
En otras palabras, cuando abuelos y nietos juegan al mismo juego, ambos se divierten por igual, pero los beneficios que obtienen de esta práctica son ligeramente distintos.
A los más pequeños les ayuda a desarrollar y potenciar distintas capacidades. Les enseña a socializar, a seguir ciertas normas, a saber ganar y perder etc. Pero además, potencian sus capacidades cognitivas desde edades muy tempranas, ayudándoles a desarrollar la concentración y la memoria, así como un primer contacto con las matemáticas más básicas. Es decir, les supone un importante refuerzo a todas esas capacidades que aún les falta por aprender o por potenciar.
Puedes conocer más sobre los beneficios que aportan los juegos de mesa y los juegos de cartas a los niños y niñas en este artículo de nuestro Blog.
¿Cómo ayudan los juegos de mesa a los más mayores?
Pero los juegos de mesa también tienen grandes beneficios para los más mayores, principalmente relacionados con fortalecer sus capacidades cognitivas. Cada vez más estudios hacen eco de las bondades que los juegos de mesa brindan a las personas de la tercera edad. Estos juegos les ayudan a mejorar su calidad de vida potenciando la activación del cuerpo y la mente, manteniéndoles activos y lúcidos.
De esta forma, cuando los más mayores llevan a la práctica este tipo de juegos, ejercitan la memoria, la capacidad de concentración, los cálculos, la percepción sensorial… todo ello con el fin de fortalecer y reducir el deterioro cognitivo que a edades avanzadas comienza a hacer mella.
Pero más allá de los beneficios que los juegos de mesa tienen para el cerebro, también ayudan a las personas de la tercera edad de otras formas. Por ejemplo, les ayuda a socializar y a integrarse. En esta etapa de la vida, muchas personas se encuentran con un sentimiento de soledad. Y a esto se le suele sumar su capacidad de integración que en ocasiones se ve limitada. Jugar con sus nietos, amigos o compañeros en las residencias, les ayudará en su proceso de socialización por medio del contacto directo con los participantes del juego. Algo que, de otra forma, les resultaría más complicado.
Todo esto les ayuda a tener un mejor nivel de salud a nivel general. Ellos mismos mejorarán su autoestima y esto les impulsará a continuar mejorando día a día. Lo cual les hace sentirse más útiles y aumenta su felicidad.
En resumidas cuentas, los juegos de mesa son un excelente complemento para personas de cualquier rango de edad, pues aportan múltiples beneficios tanto sociales como cognitivos. Mientras que a los más pequeños les ayuda a desarrollar estas habilidades de cara al futuro, a los más mayores les resulta muy útil de cara a fortalecerlas y frenar el deterioro cognitivo. Todo ello, por supuesto, dentro de un entorno de diversión.