Desde 1870, año de fundación de un pequeño y rudimentario taller en Vitoria, hasta la actualidad, cuando la empresa ocupa una planta industrial sofisticada y moderna con la última tecnología, Naipes Fournier se ha mantenido en el tiempo como cuna compañía pionera. Fournier se ha ido adaptando a los avances tecnológicos acaecidos desde su fundación y desarrollo. Una historia centenaria basada en la tradición, pero también en una constante innovación y el deseo, día a día, de dotar a de continuas mejoras de calidad a unos naipes, que son, considerados por muchos, los mejores del mundo.
La Calidad Fournier se fundamenta en una exclusiva selección de materias primas y un proceso de fabricación dotado de estrictos controles de calidad que dan como resultado un producto único con las siguientes características:
Existen dos tipos de acabados, tanto para plástico como para cartulina. Para ello, tenemos contratos exclusivos de servicio con proveedores que fabrican estos materiales sólo para nosotros seguiendo estrictas especificaciones de calidad de los materiales. La extraordinaria calidad de los componentes utilizados en fabricación de los naipes Fournier, nos han llevado a que los jugadores más exigentes de los cinco continentes los considere como únicos en el mundo. El control del proceso de fabricación garantiza un elevado estándar de calidad, incluso superior al estandar del mercado debido a una técnica diferenciada de fabricación diferente al resto de competidores.
Los tipos de acabados son:
cartulina de una fibra suave especial, barnizada por ambos lados con una capa de cola negra opacante o Cartulina con acabado de lino barnizada por ambos lados con una capa de cola opacante.
Alta calidad de PVC con tratamiento específico para casinos.
Nuestros productos pasan por controles de calidad exhaustivos desde la materia prima hasta el producto acabado. Todos los controles de calidad de los productos analizan las siguientes características de la baraja.
Cada naipe se somete a 12 controles de calidad durante el proceso de producción, incluyendo un Visión Artificial al final del proceso y un test de luz óptica infrarroja para asegurar que cada baraja contenga todas las cartas.
Cada naipe lleva impreso un código que nos permite controlar la trazabilidad de cada producción, controlando el paso de cada producto en el proceso de producción desde la materia prima hasta el punto de venta.
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